Nuestro compromiso como Fundación Para la Confianza es promover los derechos humanos, especialmente de los niños y niñas, colaborando y construyendo espacios de confianza lúcida. Por lo mismo, una de nuestras labores es orientar, acompañar y entregar contención a víctimas de abuso sexual infantil.
Una de las labores que realizamos en la Fundación Para la Confianza es entregar orientación psicológica y/o legal a personas que han sido víctimas de abuso sexual infantil, entendiendo que es un fenómeno complejo y multicausal. Basado en el abuso de poder, donde un adulto o adulta involucra a una niña, niño o adolescente en una o más interacciones de carácter sexual que no corresponden a su edad.
Desde el momento en que la víctima se acerca a la Fundación, ya sea a través del teléfono, redes sociales, mail o presencialmente, se inicia el proceso de acompañamiento psicológico y/o legal. El tipo de orientación va a depender del diagnóstico que se realice a partir de la escucha a la víctima, ya que según sus requerimientos el equipo de orientación propone líneas de acción.
Por otro lado, antes de iniciar los procesos de escucha y conversación con el equipo de orientación, las personas firman un consentimiento informado, donde se le señala que la entrevista es confidencial y dicha confidencialidad se suspende en la medida que se detecta riesgo vital, es decir, si hay una persona en situación de riesgo se activan protocolos y se realizan las derivaciones y denuncias correspondientes.
Asimismo, se recibe a personas a nivel nacional, de cualquier nivel socioeconómico, sin ningún tipo de discriminación. Se entrega toda la información que sea pertinente para que las víctimas puedan tomar decisiones. Además, se vincula a estas personas a la red asistencial idónea, a un profesional experto/a o a los abogados/as que correspondan. Si las víctimas son menores de 18 años, la atención se entrega a sus padres/madres, adultos/as responsables o cuidadores/as.
Finalmente, el rol del equipo de orientación es acoger y acompañar a las víctimas, ya que “la necesidad fundamental de estas personas es buscar en la Fundación un lugar donde su experiencia traumática sea reconocida, validada, escuchada por un otro, que los acoge, los contiene y los comprende”, menciona Paula Vergara, psicóloga y coordinadora del área de atención de la Fundación Para la Confianza.